Futuro saludable

Futuro Saludable

Hoy estamos aquí para hablar de algo que a todos nos atañe: nuestro futuro y cómo las decisiones que tomamos hoy pueden moldearlo.


"Tus decisiones de ahora repercuten en tu futuro".

(By SARA SANJUAN)

 

Cada elección, desde lo que comemos hasta cuánto dormimos o cuanto trabajamos configura nuestra salud y bienestar de hoy, pero también marca nuestro desarrollo y como nos encontraremos en un futuro.

 

La OMS define la salud no solo como la ausencia de enfermedades, sino como un estado de completo bienestar físico, mental y social.

Esta definición de 1948, revolucionó la forma en que entendemos la salud, implica un equilibrio:

La salud no se trata solo de curar enfermedades o prevenirlas, sino de fomentar un estado general de bienestar en todos los aspectos de la vida.

 

BIENESTAR

FISICO

Una buena salud física incluye la capacidad del cuerpo para mantener la homeostasis, la resistencia a infecciones y enfermedades, así como la habilidad para recuperarse de afecciones y lesiones. Un estado físico saludable permite realizar las actividades diarias sin fatiga excesiva o estrés físico.

MENTAL

Una persona mentalmente saludable puede manejar el estrés de la vida, trabajar de manera productiva y contribuir a su comunidad. La salud mental abarca aspectos como la autoestima, el manejo de emociones y la capacidad de establecer y mantener relaciones satisfactorias.


SOCIAL

La dimensión social de la salud se refiere a la habilidad de una persona de interactuar y contribuir a su comunidad de manera efectiva. Implica mantener relaciones interpersonales saludables, sentirse conectado con los demás y participar activamente en la sociedad. El aislamiento social y la falta de apoyo social pueden tener impactos negativos significativos en la salud.

Nuevo concepto de Salud

Enfoque Holístico


La OMS considera que estos tres aspectos

- físico, mental y social -

están profundamente interconectados.



Entender este nuevo enfoque nos ayuda a ver los desequilibrios antes de que llegue la lesión o la enfermedad.

Por ejemplo, un problema emocional puede desencadenar un dolor de espalda.



Esta imagen muestra un símbolo que representa el enfoque holístico de la salud.

El triángulo integran las dimensiones estructural, química, emocional mientras que el círculo se refiere al componente electromagnética que relaciona a los tres.

A continuación, te proporciono un resumen de cada una de estas vertientes:


ESTRUCTURAL:

  • Se centra en la integridad física del cuerpo y su correcta función.
  • Incluye la alineación y movilidad de huesos, músculos y articulaciones.
  • Se buscan desequilibrios o disfunciones que puedan causar dolor o restricciones en el movimiento.


    QUIMICO:

    • Se refiere al equilibrio bioquímico del cuerpo.
    • Incluye la nutrición y la gestión de sustancias como vitaminas, minerales y oligoelementos.
    • Se identifican posibles déficits o excesos nutricionales que puedan influir en la salud general.


    EMOCIONAL:

    • Reconoce el impacto de las emociones y el estrés en la salud física.
    • Involucra experiencias pasadas y presentes que pueden estar causando un impacto negativo.
    • Se exploran y abordan bloqueos emocionales que pueden manifestarse físicamente.


    ELECTROMAGNETICO:

    • Incluye todos los aspectos de la salud relacionados con la energía y la electricidad del cuerpo.
    • Se consideran factores como la postura en relación con plantillas ortopédicas y la influencia de cicatrices en la conducción de la energía.
    • También se evalúan las influencias externas, como los campos magnéticos y eléctricos, y cómo interactúan con el cuerpo.


    Para adquirir hábitos saludables lo primero es necesario conocer nuestras debilidades. Al encontrar las áreas débiles, se buscan las intervenciones adecuadas para fortalecer el cuerpo desde un punto de vista estructural, bioquímico, emocional y electromagnético. Este enfoque integral no solo nos ayuda a evitar lesiones y enfermedades, también es el camino para forjar un futuro saludable, con calidad de vida y dando la mejor versión de uno mismo.

    SIGNOS DE DEBILIDAD

    El cuerpo humano es una máquina compleja y altamente adaptable que constantemente busca mantener un estado de equilibrio, conocido como HOMEOSTASIS.

    A lo largo de la vida nos van pasando cosas, unas más graves, otras menos. Son como chorros y gotas de agua que echamos a un vaso. Nuestro cuerpo realiza ajustes para adaptarse y seguir funcionando. Sin embargo, cuando los desafíos son demasiado grandes, entonces llega la gota que colma el vaso.


    Podemos pensar que esa última gota que ha provocado que rebose es la causa, pero es necesario pensar en el agua previa que ha ayudado que el vaso se llene.


    Este concepto es el de prevención de la salud y requiere de conciencia y conocimiento de uno mismo a demás de voluntad para cambiar y mejorar. Muchas veces, el cuerpo nos envía señales tempranas de que algo no está bien. Estas pueden ser sutiles, como un cambio en el estado de ánimo o una ligera molestia física, pero son importantes indicadores.

    Vamos a analizar un poco los cuatro aspectos que engloba la salud para ayudaros a dar un paso en este conocimiento de uno mismo:



    Compensaciones Estructurales:

    • La molestia o el dolor de cualquier tipo (cabeza, espalda, tripa, oídos, músculos… la punta del dedo gordo del pie) que no se pasa en 3-4 días, puede ser síntoma de una adaptación que si no escuchamos puede acabar en lesión o enfermedad.
    • Señales como una marcha irregular, dolores recurrentes o restricciones en el rango de movimiento pueden ser indicativos de estas compensaciones.

      Compensaciones Químicas:

      • Ante desequilibrios nutricionales o la presencia de toxinas, el cuerpo puede alterar su metabolismo, lo que puede llevar a síntomas como fatiga, problemas digestivos o cambios en el peso.
      • La aparición de intolerancias o sensibilidades alimentarias también puede ser un signo de que el cuerpo está luchando para manejar ciertos alimentos.

      Compensaciones Emocionales:

      • Las experiencias emocionales intensas o el estrés continuo pueden causar respuestas físicas como tensión muscular, dolores de cabeza y problemas gastrointestinales.
      • Problemas como la ansiedad, la depresión o los cambios de humor pueden reflejar un estado emocional que necesita ser abordado para prevenir problemas de salud más graves.

        Compensaciones Electromagnéticas:

        • Nuestro cuerpo es un 70% agua y estas moléculas de agua tienen un polo positivo y otro negativo. Es por esto que aunque es difícil percibirlo, nuestro cuerpo puede verse afectado por campos electromagnéticos externos de la tierra, antenas, móviles que pueden alterar los procesos biológicos y contribuir a una sensación general de malestar o fatiga.
        • Alteraciones en el sueño o en la concentración pueden ser signos de que el ambiente electromagnético del cuerpo está siendo perturbado.
        • También la presencia de cicatrices
        • Alteraciones posturales y la necesidad de plantillas, ortodoncia o gafas.



        En conclusión, es fundamental escuchar a nuestro cuerpo y responder a los signos de debilidad antes de que se conviertan en lesiones o enfermedades más graves. Al abordar los problemas desde una perspectiva holística, podemos entender mejor las compensaciones que nuestro cuerpo realiza y cómo podemos apoyar su capacidad natural de curación y mantenimiento de la salud.


        Hábitos saludables

        En nuestro viaje hacia un estilo de vida más saludable, es crucial reconocer que cada uno de nosotros es único, con necesidades y circunstancias diferentes. Lo que funciona para una persona puede no ser lo ideal para otra.


        Por ejemplo, los cuidados y hábitos para alguien con hipertensión son significativamente diferentes de los de un deportista de alto rendimiento.


        Es importante recordar que el autocuidado y la salud son viajes personales y que escuchar a nuestro cuerpo es el primer paso para identificar qué hábitos son los más beneficiosos para nosotros.



        10 TIPS SALUDABLES

        A continuación, te presento una serie de tips generales que pueden ser un buen punto de partida para todos, pero siempre ten en cuenta tu situación personal y no dudes en adaptarlos a tus necesidades específicas.

        Antes de sumergirnos en estos 10 consejos saludables, te animo a que te conozcas a ti mismo, entiendas tu cuerpo y tus condiciones de salud particulares.


        1. Nutrición Equilibrada: Consumir una dieta variada que incluya todos los grupos alimenticios, enfocándose en alimentos integrales y minimizando los procesados.
        2. Hidratación: Beber suficiente agua diariamente para apoyar la función celular y la eliminación de toxinas.
        3. Ejercicio Físico: Mantener una rutina de actividad física que combine cardio, fuerza y flexibilidad para apoyar la salud cardiovascular y musculoesquelética.
        4. Sueño de Calidad: Establecer una rutina de sueño regular, asegurando 7-9 horas de descanso cada noche para una óptima recuperación y función cognitiva.
        5. Manejo del Estrés: Incorporar prácticas de relajación y mindfulness en la vida cotidiana para gestionar el estrés y mejorar la salud emocional.
        6. Tiempo al Aire Libre: Buscar momentos para estar en contacto con la naturaleza, lo que puede mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés.
        7. Relaciones Saludables: Fomentar relaciones positivas y apoyo social, que son fundamentales para la salud emocional y mental.
        8. Prevención: Realizar chequeos de salud regulares (análisis de sangre y orina anuales) y ser proactivo en la atención de cualquier cambio o malestar.
        9. Entorno Saludable: Crear un espacio de vida que promueva el bienestar, manteniendo un hogar limpio y libre de contaminantes. Higiene bucal.
        10. Aprendizaje y Crecimiento Personal: Dedicar tiempo a actividades que enriquezcan la mente y el espíritu, como la relajación, la lectura, el arte o el aprendizaje de nuevas habilidades.







        Cómo empezar

        Incorporar hábitos saludables es una maratón, no un sprint; es decir, es un pacto a largo plazo que haces contigo mismo. No te pongas metas descomunales de la noche a la mañana. Si notas que tu cuerpo te está enviando señales, como dolores o molestias que no se van, es clave buscar ayuda profesional.


        Incorporar un hábito nuevo suele tomar alrededor de TRES SEMANAS. Por eso, es más efectivo hacer cambios poco a poco que intentar una transformación radical que quizás no puedas sostener. Los pequeños ajustes que comiences a implementar hoy serán los que construyan tu bienestar a futuro. Ve paso a paso, y con consistencia, esos cambios se asentarán y formarán la base de tu bienestar.

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        En el camino hacia un bienestar integral, cada paso cuenta.


        Confía en nuestros servicios de Osteopatía y Fisioterapia para guiarte en este viaje, ofreciéndote un cuidado personalizado que escucha y responde a las necesidades de tu cuerpo.


        Juntos, podemos construir un futuro más saludable, juntos podemos sacar tu mejor versión.


        Bibliografía

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